La polémica suscitada por un doujinshi de Doreamon bajo la firma del pseudónimo Yasue T. Tajima. Pues bien, debido a la buena acogida en las ventas cosechada por dicha publicación amateur la editorial japonesa Shogakukan ha emprendido acciones legales que parecen suscitar cierta controversia al verse un cambio forzado de postura.
Según parece muchos creadores de doujinshi se han quejado abiertamente de que Shogakukan emprenda acciones legales contra dichas publicaciones para que le supongan un beneficio económico realmente importante (rumoreándose que la cantidad sería de varios millones de yenes). Como respuesta, Shogakukan alegó que la cifra de ventas obtenida, más de 13.000 ejemplares hasta el momento, superaba con creces la media habitual dentro del sector del doujinshi e incluso viendo cómo muchos lectores se preguntaban si la historia narrada era realmente la verdadera.
De acuerdo con las últimas noticias aparecidas en Livedoor, Shogakukan no prestó demasiada importancia al doujinshi una vez conocida su existencia y puesta a la venta en el mercado. Sin embargo, esta aptitud cambió radicalmente tras oír a ciertos profesores de escuela comentar que el final de Doraemon – El Último Episodio "era enternecedor y gozaba de un gran contenido educativo”, incluso se había planeado su uso para dar lecciones de moral a los estudiantes.